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A pesar de ser presentado como una alternativa más limpia, el gas natural licuado (GNL) es un contaminante climático y no tiene cabida en un transporte marítimo sostenible.

Es hora de dejar las cosas claras.

¿Qué pasa con el GNL?

De hecho, el metano es 82 veces más
potente que el dióxido de carbono (CO2)

De hecho, el metano es 82 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2)

¿Qué es el gas natural licuado?

El GNL (o gas natural licuado) es un combustible sucio. Está compuesto en su mayor parte por metano que se filtra al aire en cada etapa. Actualmente, la mayor parte del GNL es un combustible fósil.

¿Por qué es importante? Porque las emisiones de metano son responsables del 25% del calentamiento global y su efecto a corto plazo es mayor que el del dióxido de carbono.

Desde el auge del GNL en el transporte marítimo
hemos visto un aumento del 150% en las
en sólo 6 años.

Desde el auge del GNL en el transporte marítimo hemos asistido a un aumento del 150% de las emisiones de metano en sólo 6 años.

¿Cómo se utiliza el GNL?

Falso: Los defensores del GNL lo han promocionado como un combustible alternativo "respetuoso con el clima" que produce menos emisiones de CO2 y es una vía de bajo riesgo para descarbonizar el sector del transporte marítimo.

Cierto: lo que no te dicen es que el GNL sustituye las emisiones de CO2 por emisiones de metano, un gas de efecto invernadero que provoca contaminación atmosférica, pérdida de cosechas y consecuencias para la salud.

Un grupo de activistas protesta contra el uso de GNL

El GNL debe cambiar de tendencia

Es hora de acabar con la dependencia del transporte marítimo de los combustibles fósiles e invertir en soluciones y tecnología sostenibles de emisiones cero. Es hora de crear políticas climáticas que regulen el uso del metano. Es hora de tomar partido. Por nuestros recursos. Por nuestras comunidades. Por nuestro planeta.

Es hora de decir no al GNL.

PREGUNTAS FRECUENTES

Preguntas frecuentes

Aunque el GNL emite menos CO2, SOx, NOx y partículas que los combustibles marinos tradicionales, libera una cantidad sustancial de metano, un gas nocivo de efecto invernadero. Con un efecto de calentamiento 80 veces más potente que el CO2, el metano es uno de los principales impulsores del cambio climático en la actualidad. El uso del GNL como combustible para el transporte marítimo no sólo no aporta ningún beneficio climático, sino que su creciente dependencia agravará la crisis climática.

El deslizamiento de metano es el escape de metano no quemado. El deslizamiento de metano se produce en varios puntos del ciclo de vida del GNL, como cuando el metano no se quema completamente durante la combustión (deslizamiento por combustión) o cuando el metano se escapa directamente por la válvula de escape del motor de un buque (escape directo). Dado que el metano es un gas de efecto invernadero tan potente, incluso pequeñas cantidades de metano escapado ("escape") contribuyen a la crisis climática.

En la actualidad, no existe ninguna normativa internacional sobre las emisiones de metano derivadas del uso de GNL en los buques. Sin embargo, hay varios esfuerzos en marcha para solucionarlo. Entre ellos, la iniciativa marítima FuelEU, que regulará el ciclo de vida de los combustibles marinos y restringirá el uso de GNL en y entre los puertos de la Unión Europea a partir de 2025. Más de 100 países firmaron el Compromiso Mundial contra el Metano para reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030. La Organización Marítima Internacional (OMI) también está siendo presionada para introducir normativas que fijen precios a las emisiones de gases de efecto invernadero y fomenten la inversión en soluciones de emisiones cero.

Es importante conocer los inconvenientes del GNL:

  • Daña el medio ambiente: El GNL produce importantes cantidades de emisiones de metano, con consecuencias nefastas para la crisis climática.
  • Es arriesgado desde el punto de vista financiero: entre la incertidumbre geopolítica, un mercado de GNL volátil y arriesgado, y la mayor presión debida al cambio climático, los inversores ya se están retirando de los proyectos de GNL.
  • Desvía recursos de las energías renovables: la inversión continuada en GNL nos impide explorar e invertir en opciones energéticas más sostenibles.