"El GNL no es un combustible puente; es un puente hacia el desastre climático. El Compromiso Más Allá del Metano es una poderosa herramienta para la acción colectiva. Los compromisos en todo el mundo para rechazar el GNL en favor de soluciones de emisiones cero que aborden con justicia las amenazas al clima, la contaminación y la biodiversidad nos ayudarán a alcanzar el futuro que necesitamos."

"Detener el uso de GNL y la fracturación hidráulica que lo extrae es un paso fundamental hacia un futuro más limpio y saludable para nuestro planeta y nuestras comunidades. Stand.earth se enorgullece de respaldar esta ambiciosa iniciativa y pedimos a otras organizaciones que se unan a nosotros para exigir una rápida transición hacia el abandono del GNL."

"Más allá de salvaguardar nuestro medio ambiente y las comunidades más vulnerables a los efectos de la crisis climática, decir no al GNL también tiene sentido desde el punto de vista económico: canalizar la inversión hacia proyectos de GNL insostenibles corre el riesgo de hundir miles de millones en finanzas en activos varados que, de otro modo, podrían haber financiado soluciones alineadas con los objetivos climáticos globales."

"A medida que el transporte marítimo en el Ártico abandona los combustibles pesados, responsables de las altas emisiones de carbono negro, y se decanta por combustibles polares más limpios, el GNL debería descartarse como posible alternativa. Lejos de impulsar la descarbonización del transporte marítimo en el Ártico, la sustitución de un contaminante climático de corta vida, como el carbono negro, por otro, como el metano, no hará sino prolongar la crisis climática del Ártico. La industria naviera debe buscar en otra parte fuentes de energía, incluida la eólica, que no dependan de la quema de combustibles fósiles".

"La dependencia a largo plazo del GNL, un combustible fósil, imposibilita las reducciones reales de GEI. Si las instalaciones de GNL se construyen ahora, corren el riesgo de convertirse en activos inmovilizados, lo que implica un riesgo financiero significativo. Este riesgo no debe tomarse a la ligera, sobre todo si se tiene en cuenta que el coste transitorio es vital en el camino hacia la emisión neta cero en 2050. Por lo tanto, es crucial reconsiderar las estrategias de inversión actuales y redirigir los fondos de las instalaciones de GNL para apoyar el desarrollo de combustibles libres de carbono."

"La crisis climática se acelera a gran velocidad. En esta situación, es absolutamente irresponsable aceptar una tecnología que libera grandes cantidades del asesino climático a corto plazo metano. El GNL no contribuye a la descarbonización del transporte marítimo, sino que la pone en peligro. Por lo tanto, es de la máxima importancia dirigir las inversiones actuales a verdaderas tecnologías de cero emisiones."

"Los buques construidos hoy durarán décadas. Cambiar ahora del petróleo al gas no hará más que encerrar a la industria naval en un futuro de combustibles fósiles. Por suerte, existen soluciones verdaderamente ecológicas. Los buques pueden ser más eficientes utilizando tecnología de energía eólica, mientras que los e-combustibles fabricados a partir de hidrógeno verde permitirían a los cargueros gigantes cruzar los océanos sin dañar el planeta. No es falta de tecnología, sino de voluntad. Gracias a las economías de escala, a las grandes navieras como Maersk y MSC les cuesta una miseria pasarse a las tecnologías verdes. Ya es hora de que dejemos de darles gato por liebre".

"Para alcanzar objetivos climáticos cruciales, debemos centrarnos en invertir recursos en verdaderas soluciones de transporte marítimo con cero emisiones. Dada su larga vida, las inversiones inmediatas en buques e infraestructuras de apoyo pueden limitar las opciones futuras, por lo que debemos acertar. Para situar el transporte marítimo en la senda de las emisiones cero para 2050 necesitamos intervenciones políticas como el Compromiso Metano, no sólo para regular mejor el metano, sino también para mejorar la viabilidad económica de los combustibles y las tecnologías con emisiones de GEI próximas a cero o nulas."

"El GNL supone una grave amenaza para el clima, el medio ambiente y las comunidades. Como potente gas de efecto invernadero, contribuye significativamente al calentamiento global y no tiene cabida en un futuro sostenible. Si se compara el impacto en el calentamiento global de las emisiones de metano del GNL con las emisiones de CO2 del transporte marítimo, no hay ningún beneficio en el ciclo de vida del uso de GNL para ninguna tecnología de motores marinos, y cualquier inversión adicional en GNL sólo conduciría a activos varados a medida que la industria avanza hacia combustibles de cero emisiones."